Capitulo 9

                  Lizzy camina insegura a la casa de Cossette, diciendose que debe tener valor, su amiga la necesita, aunque según dice Alice esta bastante afectada, no sale de casa y no para de sollozar y lamentarse.Lizzy no tiene miedo de que sepa lo de los vampiros, pero, si de que su amiga se esté volviendo loca por que un ser que hasta hace poco ni sabía que existía . Se para un instante cuando llega a la casa y se lo vuelve a pensar, pero sabe que tiene que ser fuerte, así que aprieta el botón y suena el timbre. La puerta la abre una mujer de más o menos la misma edad que su madre y rubia con unos ojos color verde oscuro, se da cuenta de que es la madre de Cossette.

   -Buenas tardes Elizabeth, supongo que vienes a ver a Cossette.-saluda ofreciendo una sonrisa la madre de Cossette
   -Buenas tardes...si, viene a eso...¿Podría pasar?
   -Claro, te aviso que esta un poco afectada .
   - Espero que mejore...-añadió en voz baja mientras caminaban hasta la habitación de Cossette, al llegar la madre avisó a su hija y las dejo alli.

                  Cossette cerró la puerta y se acomodó su rizado y despeinado cabello en una cola irregular, aunque todavía llevaba puesto el pijama, que consistía en una camiseta blanca y negra y unos pantalones negros.Se fijó en las ojeras de  su cara y se imagino que sería de dormir poco.

 -Hola Lizzy...-saludo Cossette sentandose en la cama y bebiendo de un vaso con té.
-Hola Cossette, vine a ver que tal lo llevabas y...-comenzó a decir Lizzy
-¿Cómo crees que lo llevo?La conocía desde los tres años, encontré su cuerpo y por encima se inventan la historia de que debe de ser un animal¡Es que nadie sabe que no hay animales peligrosos en Central Park!Si no ya lo habría visto mucha gente y lo sabes Lizzy, y sea quien sea el asesino ¡No puedo hacer nadaa!.-Dijo en voz alta Cossette desedperada.
 -¡Nadie podía !
 -Claro que se podía pero no estabamos lo bastante centrados en ella, solo mirabamos por nosotros mismos, somos egoístas, no somos buenas personas, nadie lo es y esto la mató y matará a más gente-Gritó Cossette, unas lagrimas asomaban por sus ojos recorriendole su blanca mejilla .
-Cossette...mirame, se que era nuestra amiga, que deberíamos haber estado con ella, pero a veces las personas necesitamos disfrutar y pasarlo bien por muy egoísta que parezca, y creo que aunque lo dijeramos los policías no cambiarían de opinion.
-Lo se pero...-comenzó a decir y estallo en un llanto sin fin apollada en Lizzy esta vez.Al parar volvio a beber del té.
-Cossette tienes que salir, Rose lo querría, también que te arreglaras.
-vale, mañana salgo...
-Cossette, saldrás hoy y si quieres te haces un cambio de imagen.
-Dicen que eso es bueno,¿O era el helado con una película?
-Vamos a una peluquería
   
            Lizzy abrió el armario de Cossette, y sacó una camisa azul bastante suelta, unos vaqueros y los converse de Cossette ya que parece haber dejado todo su anterior estilo por cosas bonitas pero muchísimo más sencillas.Está le dió las gracias y se vistió.Después se dirijió al tocador y se peinó un poco la gran melena rubia y rizada que le llegaba hasta la cintura y la trenzó.Lizzy se ofreció a maquillarla pero cuando le hiba a empezar a maquillar el ojo, Cossette dijo que prefería maquillarselo ella, por si la maquillaba desmasiado cosa que antes no hacía, y en vez de dejarse corta y fina la línea del ojo la hizo más gruesa y alargada y se puso sombras de ojos muy naturales, a Cossette le quedaba muy bien ya que no se veía tan sobrecargada y más natural, resaltando mucho más la belleza natural de la joven.


                En la peluquería Cossette adquirió compostura y ya no parecia la chica que hacía media hora había perdido los nervios y explotaba en una llantina.Cossette le dijo que estaría bien y que se fuera a tomar algo un rato.Elizabeth llamó a llamó a Amanda y tomaron algo en la pastelería de al lado, pasó una hora y poco más y cuando hiban a entrar en la peluquería sale una chica de mediana estatura, el pelo rubio y ondulado cortado por debajo del pecho, en un lado del cabello tiene en un mechón grande tiene unas  mechas de tres colores:azul, rosa y verde.La chica sonríe, es muy guapa.La chica es Cossette.

-¡Oh dios mio!-exclama Amanda
-¡Amanda!-dijo sorprendida y fue corriendo a abrazarla.
-Estas increible.-dicen a la vez Amanda y Elizabeth
-Gracias, pero exageráis demasiado, yo me veo bien y normal.Me siento bien...
-Bueno una de las cosas del plan era hacerte sentir bien.-comenta Lizzy con alegría
-Si, por eso te compré una tarta de oreo.-añade Amanda riendo y le entrega una bolsa a Cossette.

              Cossette vuelve a sonreír y abraza a sus amigas, otra vez ellas hacen que se sienta bien cuando todo parece haberse desmoronado, cuando Hades se había llevado a su amiga y Morfeo se negaba a llevarla al mundo de los sueño.Ahora todo parece ser como antes, solo ellas tres, ellas y nadie más.Pasean por la ciudad, en la que crecieron, aunque Cossette sea de Francia, Nueva York ahora y siempre será su hogar, por muy sofisticado que parezca París, no irá, aquí está su hogar. Llegan a casa y Cossette les da las gracias por todo.
 -Cossette, hija¿Que tal lo has pasado?-pregunta su madre.
 -Muy bien, sinceramente por unas horas me he olvidado de todo.
 -¿Les has dicho que en verano tienes pensado en irte a Francia para estudiar allí el próximo año?
 -No...y sobre eso...-comienza a decir Cossette aunque no reúne todo el valor para decir lo que viene después.
 -¿No quieres ir?Puedo cancelarlo y matricularte aquí.Aunque tu padre quería volver a verte.-dice su madre, y otra vez saca el tema de su padre, al que por trabajar alli solo ve en veranos, pero, está vez no caerá.
-Exacto, puedes ir tu, el próximo mes cumplo dieciocho, tu puedes ir con papá y yo os visitaré en las vacaciones.
-Vale...-dice su madre, Cossette sabe que la idea no le hace gracia pero, no va a permitir que una vez más algo la separe de las personas a las que quiere.

                                                                                         Por la noche en otro lado de la ciudad.


            Lizzy está de camino a casa, se alegra mucho de que Cossette se haya animado un poco, no se merece todo lo que le ha pasado.Él está delante de su casa, leyendo un libro sus ojos brillan bajo la tenue luz de la luna, se da cuenta de que le está mirando asi que se levanta y se dirije a ella.Ian le acaricia con el pulgar la mejilla y besa suevemente s frente y la toma de la mano.

 -Hola Ian,¿me estabas esperando?-pregunto sonriente ella.
 -Buenas noches pequeña, si me apetecia verte.
 -¿De verdad?-dice sin creerselo, desde que lo conoció todo le parece tan irreal.
 -Claro, me gustas y...te quiero, nunca he sentido esto, puede que algún día encuentres a alguien mejor y te sientas muy bien, tanto como yo cuando veo tu cara...-Dice si llegar a terminar la frase una largrima recorre su mejilla.
-Me ...¿me estas dejando?-dice Lizz con voz quebradiza.
-Más bien te doy la oportunidad de vivir una plena vida sin peligros, los vampiros somos malos despiadados, tu me cambiaste, he encontrado bondad y altruismo por eso no permitiré que ese vampiro pueda matarte.
-Esto me mata por dentro, quiero estar contigo Ian me da igual lo peligroso que sea...Te quiero.
-Yo también te quiero
-Pues no me dejes marchar.
-Sigamos en secreto, y fuera guardaremos las distancias, nadie nos puede ver juntos .-propone Ian
-Si asi puedo estar contigo lo haré pero por lo menos dicelo a Amanda, asi te veré más.
-vale...Adíos pequeña.-se despide el y le besa la frente y luego un ligero beso en los labios, entonces suelta su mano.


                        Elizabeth se queda un rato sobre la escalera y ve que Ian se dejó el libro, es orgullo y prejuicio el mismo que ella había sacado de la biblioteca el día que lo conoció, le parecia un ser sin sentimientos por pasar de ella, se ríe ante esos recuerdos.Se oyen unos pasos detrás de ella, es Georgina que se sienta a su lado entregandole un café.

-Lo siento por escuchar, pero esque yo soy así.
-No importa por lo menos así se que esto no ha acabado.-contesto mirandola, es guapa, sus cruel mirada ahora es de comprension.
-Si puede que escuchar a hurtadillas haya sido bueno.-dice riendo lo que, a mi también me hace reir.
-Gracias por el café... y por este raro gesto de amabilidad.
-Bueno ahora eres mi compañera .-contesta Georgina, aunque sabe que bajo ese motivo, Georgina lo hizo porque quiso.
-Mañana empezamos la busqueda de John.
-Claro, cuanto antes mejor.